Equivocarse es de sabios, o eso dicen, pero las malas decisiones son difíciles de olvidar porque es tu propia conciencia quien te recuerda que fuiste tú quien tomó la decisión y que perdiste tu oportunidad. En la historia más reciente del mundo empresarial, la negativa de Excite a hacerse con Google a precio de ganga, se sitúa como uno de los fracasos más sonados.
Corría el año 1999 cuando George Bell, CEO de Excite.com recibió una oferta inicial para comprar Google por un millón de dólares. El ejecutivo rechazó la propuesta y Larry Page y Sergei Brin, los jóvenes fundadores del sitito de búsquedas, rebajaron el precio de venta a 750.000 $, con la esperanza de hacer más atractiva la venta.
La negociación tenía lugar –situémonos-, en los años en los que Yahoo era el rey de las búsquedas y el señor Bell, que temía que los usuarios salieran de su portal si se introducían en Google, no supo ver el potencial que podría ofrecerle. Finalmente, las negociaciones no llegaron a buen puerto y Excite dejó escapar a Google.
Desde entonces la suerte corrió de muy distinta manera para ambas compañías. Por una parte Excite prácticamente desapareció cuando en 2004 Ask Jeeves la adquirió y la convirtió en Ask.com; mientras, el pequeño e insignificante buscador se convirtió en el gigante que hoy todos conocemos, casi imposible de esquivar cuando uno navega por Internet y con un valor en bolsa del entorno de un billón de dólares. La negativa de Bell a comprar Google para Excite fue una mala decisión empresarial, a toro pasado y si miramos los números, aunque está claro que si aquella operación hubiera llegado a buen puerto, Google no sería la compañía que hoy conocemos.
Preguntado sobre este asunto por “Internet History Podcast”, Bell justificó su negativa más allá de las dudas empresariales, al hecho de que Larry Page mantuvo unas negociaciones muy duras y exigentes.
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